David Zapico Montes - La Felguera
Los alumnos de Tecnología Industrial I de 1º de Bachillerato, han realizado una visita didáctica a la factoría de Arcelor, junto con alumnos de los institutos de Sama y de Barredos.
La visita comenzó en el Museo de la Siderurgia de La Felguera, donde sobre una maqueta de las antiguas instalaciones siderúrgicas, se nos explicó la fabulosa historia industrial de nuestra localidad y después de ver una proyección sobre el proceso siderúrgico, partimos en dirección a la factoría de Avilés.
Una vez pasado el control de entrada y pertrechados con los cascos y gafas de seguridad, pudimos observar el funcionamiento de la acería, comenzando por la descarga del arrabio procedente de los altos hornos de Veriña, la carga del convertidor LD y la colada continua.
Después visitamos el tren de laminación de chapa y el tren de galvanizado en caliente, finalizando así una visita espectacular a las instalaciones de la única siderurgia integral que hay en España y una de las pocas que quedan en Europa.
Lo celebramos con un recital poético musical
Elena Canga, Langreo
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Donde habite el olvido.
De Atapuerca al átomo (2)
Alfonso Coya. La Felguera
El sábado 17 de marzo se nos presenta con una temperatura bastante baja. Cuando abandonamos el hotel rumbo a los yacimientos de Atapuerca, el termómetro marca 8 ºC. El día es gris y frío y nos espera una jornada bastante intensa.
Nos dirigimos a Ibeas de Juarros, a unos 20 km de Burgos, donde se encuentra el Aula Arqueológica «Emiliano Aguirre», lugar de recepción para las visitas guiadas a los yacimientos de la Sierra de Atapuerca. Una vez allí se incorpora a nuestro grupo una guía que nos acompañará durante el recorrido. Después de un breve trecho en el autocar llegamos a los yacimientos.
Paramos justo delante de la Trinchera del Ferrocarril. El sistema de rejas metálicas que protegen los yacimientos da una visión extraña, semejante a una cárcel. Acompañados de la guía hicimos un breve recorrido por los alrededores, leyendo con atención los murales que nos ayudaban a situarnos en el entorno. A continuación bajamos por una escalera metálica, bastante incómoda, y nos introdujimos en la trinchera. Con las explicaciones de la guía fuimos completando la sesión. Fue toda una clase de antropología in situ, con mucho frío pero seguida con gran interés. Teníamos ante nuestros ojos un corte del terreno que nos mostraba en sus distintos niveles, millones de años de evolución biológica y geológica. Esos esquemas que tantas veces vemos en clase en forma de fotografías, dibujos, gráficos, etc., ahora se desplegaban ante nosotros en su cruda realidad, salteados con las marcas que los excavadores van dejando para señalar los hallazgos de los fósiles encontrados.
Finalizada la sesión tomamos de nuevo el autocar y pusimos rumbo a nuestra próxima visita: El Monasterio de Yuso.Construido en el año 1053 por orden del rey García Sánchez III de Navarra, la historia de su fundación va unida a una leyenda basada en un milagro de san Millán
Llegamos al monasterio a las 13 h y rápidamente comenzamos la visita. Hicimos un breve recorrido por el recinto, haciendo una parada especial en las salas donde se encuentran las glosas, primeras pruebas escritas de las lenguas castellana y vasca. También visitamos el coro que tiene una abertura u “ojo” por el que se puede ver la luz equinoccial; recorrimos la sacristía, la sala de exposiciones, donde hay varias arcas relicario con los restos de personajes notables (San Millán entre ellos); por último vimos la colección de libros cantorales cuyo tamaño y peso dejó boquiabierto al personal.
Sobre las 14 horas finalizó la sesión matinal; como estábamos cansados y en ese momento había una temperatura agradable, en el patio del Monasterio hicimos una frugal comida. Había que reponer fuerzas pues la jornada aún no había acabado.
A las 18 horas llegamos a nuestra siguiente meta: Santo Domingo de Silos.Entramos en el Monasterio y comenzamos la visita por el claustro. Allí nos dieron la noticia de que en nuestro recorrido íbamos a ser acompañados por un monje de La Felguera. Después de presentarnos nos guió por el Monasterio, describiendo las diversas zonas por la que pasábamos con un lenguaje didáctico, que transmitía a la vez su fervor religioso. Recorrimos el claustro, la botica, el museo y la sala de exposiciones, que en ese momento presentaba una exposición muy original y moderna, en fuerte contraste con el espacio físico que ocupaba.
Finalizada la visita al Monasterio, a las 19 horas nos fuimos a escuchar una sesión de canto gregoriano. Participar en una audición de este tipo produce una sensación especial. Cada uno lo verá desde su óptica personal, sumando los creyentes al goce artístico el complemento que aporta el sentimiento religioso, la fe cristiana. En todo caso, una auténtica maravilla.
Y de Santo Domingo de Silos nos fuimos para Burgos. Era nuestra última noche en la ciudad y había que aprovecharla.